A mi me tocó vivir en carne propia y como recién egresado la devaluación de 1994 y la consabida crisis del ´95, así que a pesar de contar ya con experiencia laboral, puesto que trabajé mientras estudiaba la licenciatura, viví tiempos laborales muy difíciles. Despidos, pocas ofertas de empleo, y las que habían, mal remuneradas, etc. Por casualidad comenté en ese entonces con un amigo mi situación, y estando él en posibilidades de ayudarme, me ofreció impartir clases de computación en un CBTa, el 152 de Apan, allá en el estado de Hidalgo. Para mi fortuna durante muchísimo tiempo fui el único docente Contador Público en dicho plantel, así que me tocó de lleno la especialidad de Téc. en Administración y Contabilidad, carrera del cual yo fui docente de las materias tecnológicas, tanto en Apan como en mi anterior plantel, CBTa 5 de Huejutla, también en Hidalgo, en donde fui docente de módulos profesionales de la misma carrera.
Para mi ha sido muy satisfactorio estar en la docencia, ya que a pesar de no tener conocimientos pedagógicos, me ha sido grato desde siempre la labor educativa, ya que tuve como ejemplo a mis padres, ambos profesores de secundaria, estudiados en normal superior, y ahora ya jubilados. Tenemos el gran compromiso de formar a quienes en un futuro van a tener a nuestra nación en sus manos, a quienes nos van a cuidar de cualquier forma cuando seamos viejos, así que lo menos que quiero es que todos ellos sean gente de bien, gente con valores y comprometidos con la sociedad a la cual pertenecemos.
Satisfacciones??? Infinidad de ellas... Sólo a través de un trabajo honesto, de un serio compromiso, de dedicarnos por convicción a nuestro trabajo, nos ganamos el respeto de nuestros jóvenes. Ellos son los únicos jueces de nuestra labor, y son ellos quienes nos etiquetan: “Ese es un barco... a ese regálale un pomo y te pasa... a aquella nomas dale cuerda...”. Así, cuando he tenido la satisfacción de recibir la visita de aquellos primeros alumnos que tuve y que ahora son Contadores, Licenciados en Economía, en Comercio Exterior, en Administración, etc., y sólo me dicen: “gracias conta”, puedo decir, sin temor a equivocarme, que aunque arduo, largo y necesariamente innovador, voy por buen camino.
Saludos cordiales
Alfredo Mtz. Narváez
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